Influencia de los estados emocionales sobre la salud física

 


Conceptos que parecen independientes pero que están  vinculados entre si y con nuestro entorno psicosocial



La salud como bien define la OMS (Organización Mundial para la Salud) es el equilibrio que se establece en todos los aspectos tanto somático, psicológico y social, y no la ausencia de enfermedad.


El estres y su influencia en nuestro estado físico
A medida que la humanidad avanza en conocimientos sobre esta, se sabe que es nuestro sistema inmunológico quien permite o no que una enfermedad haga más vulnerable al hombre.


El siglo XXI  se caracteriza por ser la era digitalizada, un nuevo orden social y económico aparejado a mayor estrés, menos tiempo para dedicar al descanso oportuno, al sueño reparador, y dietas menos ecológicas, más ricas en conservantes y aditivos. Si sumamos todos estos elementos tendremos la génesis del problema de porque decimos "todo va muy de prisa".


Nuestra piel, va al unísono del metabolismo humano, como parte de él, se acelera todo el proceso. Hay menos tiempo para hidratarnos mejor, no comemos  sano, se duermen  menos horas de las estipuladas como necesarias, y esta cadena es la polea que va moviendo la salud en gradiente negativo...hasta que se agota la defensa y perdemos el equilibrio.


El estado anímico potencializa en cualquiera de sus variantes mayor o menor potencial de salud. La alegría y el bienestar nos hace sentir relajados y con ello se liberan endorfinas internas a nivel inmunológico, potencian la defensa orgánica y mejoran nuestra barrera de defensa general, se traduce en una belleza natural, que viene dada por el poder que tiene nuestro organismo de utilizar los recursos propios para equilibrar todos los órganos, desde el punto de vista de la piel, se traduce con un aspecto luminoso,  en general, y la relajación de músculos faciales de la mímica y la musculatura en general, cambia hasta nuestra forma de andar sosegada, y lenguaje optimista, hace que nuestro sistema inmune responda mejor.


Por el contrario, estrés mantenido, descanso inadecuado, dieta carencial o insuficiente, mal aporte de nutrientes, tristeza, depresión, o ansiada se traduce por un organismo bajo en defensas, donde los agentes oportunistas hacen su aparición y nuestra barrera defensiva, poco aporta. Piel seca, descamación de las zonas acrales, fisuración de talones, uñas quebradizas y frágiles, codos xeróticos, caída del cabello, perdida del brillo de las mucosas, además de otros desordenes que no estarán a la vista,  pero aparecerán como secuelas, y se quedaran en nuestro sistema hasta mucho después de haberse resuelto la situación que lo origino.


Por todo ello debemos combatir de algún modo los efectos de estos cambios sobre nuestro cuerpo, y ello es posible si contrarrestamos haciendo un aporte de lo  más necesario.


Ingerir suficiente agua, dieta rica en frutas (único aporte de vitaminas posible), practicando  ejercicios al aire libre, o intentando mantener contacto con la naturaleza, nos ayudara a liberar todo lo nocivo que los cambios emocionales negativos dejan en nuestro cuerpo, nos ayudara a recuperar la belleza natural, esa que nos da la naturaleza humana, porque el hombre es "la obra cumbre de la madre natura"


mantener contacto con la naturaleza