Composición química del aguacate y sus beneficios para nuestro organismo
El aguacate es el
fruto del aguacatero, un árbol de la familia de las Lauráceas, con una superficie
rugosa de color verde oliva o morado, según la variedad, una pulpa
verde-amarillenta que contiene gran cantidad de ácidos grasos monoinsaturados
muy apropiados para el control del colesterol y de los triglicéridos.
Originario de América central (México y Guatemala), donde ya
se cultivaba antes de la llegada de los españoles y era muy apreciada entre los
pueblos Mayas y Aztecas. Fue introducido en España y de ahí se diseminó a todo el mundo con las
condiciones ambientales para su desarrollo.
Aunque hay multitud de variedades de aguacate, los tipos de
aguacate más conocidos son el aguacate bacon, el aguacate fuerte y el aguacate
hass.
Sus virtudes medicinales han sido corroboradas por la ciencia,
por la notable presencia de sustancias que nutren y ayudan a nuestro organismo
en la prevención de enfermedades.
El contenido de carotenoides y tocoferoles inhibe el
crecimiento de las células de cáncer de próstata tanto andrógeno dependientes
como andrógeno independientes. Pero no sólo son necesarios los carotenoides y
tocoferoles para matar células de cáncer de próstata, sino que juega un papel
muy importante la cantidad de grasa
monoinsaturada del aguacate. Los carotenoides son liposolubles, lo que
significa que la grasa debe estar presentes para asegurarse de que estos
carotenoides bioactivos sean absorbidos en el torrente sanguíneo.
Los aguacates son utilizados abundantemente en cosmética
para el cuidado de la piel, especialmente el cuidado del cutis. Por su riqueza
en grasas, se usan frecuentemente para la elaboración de cremas para la piel
seca o mascarillas para las arrugas.
Luteína: es un pigmento amarillo de la familia de los
carotenoides, está presente en ojos, sangre, piel, cerebro y pecho protege la
vista de los daños en las membranas de las células de los tejidos oculares,
actúa como un filtro de luz, protegiendo la vista de algunos de los efectos
dañinos del sol.
Zeaxantina: al igual que la luteína, es un pigmento amarillo
de la familia de los carotenoides, tiene funciones protectoras frente a los
daños que generan los radicales libres. Ambas se encuentran en la macula
ocular.
Biotina: interviene en el metabolismo de grasas,
aminoácidos, hidratos, en la producción de hemoglobina, en los diferentes
procesos celulares del organismo y en el correcto funcionamiento del sistema
nervioso. Esencial para la síntesis y degradación de grasas y la degradación de
ciertos aminoácidos. Activa varias enzimas encargadas de diferentes procesos
metabólicos importantes para el correcto funcionamiento corporal.
Tiamina: (vitamina B1) ayuda a las células del organismo a
convertir carbohidratos en energía, especialmente para los tejidos que dependen
de glucosa, como son el cerebro y el músculo cardíaco. Pertenece al grupo de
las vitaminas hidrosolubles.
Rivoflavina: (vitamina B2) trabaja con otras vitaminas del
complejo B y es importante para el crecimiento corporal y la producción de
glóbulos rojos e igualmente ayuda en la liberación de energía de los
carbohidratos. Participa en los procesos de respiración celular,
desintoxicación hepática, desarrollo del embrión y mantenimiento de la
envoltura de los nervios. También ayuda al crecimiento y la reproducción, y
mejora el estado de la piel, las uñas y el cabello.
Folato: Pertenece a la familia de las vitaminas B, se
necesita para la síntesis, la reparación y el funcionamiento del ADN y el ARN,
y para la producción y el mantenimiento de células nuevas especialmente en
periodos de crecimiento rápido, como la infancia o el embarazo.
Piridoxina:
ayuda al sistema inmunitario, ya que interviene en la producción de glóbulos
rojos y anticuerpos, los cuales son necesarios para combatir muchas
enfermedades. Es necesaria para la producción de varios neurotrasmisores
(serotonina, dopamina, noradrenalina...) por lo que contribuye a mantener la
función neurológica normal y el buen funcionamiento cerebral en la producción
de glóbulos rojos y anticuerpos que nos protegen frente a las infecciones.