Los efectos de la luz solar sobre nuestro órgano
mas externo y extenso: La Piel.
Hay diferencias en
relación al nivel de radiaciones, ello dependerá del nivel de exposición, esto
determinará la conducta a seguir en protección. Se presenta como algo que
debemos tener muy presente desde la infancia, ya que debemos conocer que el
efecto es aditivo, muchas personas que comienzan a padecer enfermedades debidas
a la exposición solar le argumentan al dermatólogo la siguiente frase:
"toda mi vida he estado tomando sol, ¿Por qué es ahora que me hace
daño?".
Nada más lejos de la realidad, siempre fue un factor
latente, bien por el tipo de piel (con
mayor o menor defensa ante la luz), o por el tiempo de exposición al sol, sin
guardar ninguna medida de protección, algo muy frecuente en los jóvenes que
pasan horas tendidos al sol de la playa con el concepto de obtener un
"bronceado seductor", que pasara en breve, cuando se pierda con la
descamación de la capa cornea en alrededor de 4-5 semanas, pero quedara en la
epidermis y el dermis los efectos, para toda la vida.
Con la llegada de cada verano, sabemos que a todos nos gusta
lucir una piel bien luminosa y sin manchas, ni lesiones que rompan la estética
corporal. Para ello y para tener salud en este órgano, hay que hacer un día a
día, tanto en verano como en invierno.
Aporte hídrico suficiente para evitar deshidratación (estado
más temido) porque sin darnos cuenta, nuestro organismo consume más agua
durante la exposición solar, las células
no funcionan, nuestros riñones se recargan de deshechos y todo el sistema en
general sufre los resultados a corto y mediano plazo.
Aporte de nutrientes y vitaminas adecuadas, para que el
funcionamiento de nuestro cuerpo, sea capaz de palear los efectos de la luz.
Una buena oxigenación de los tejidos se hace en presencia de suficiente agua y
nutrientes, por su parte las vitaminas, actúan en cierta medida impidiendo los
efectos del sol sobre la piel, tal es el caso de la vitamina E y la C.
Por ello cuando vamos al mar debemos asegurarnos, no solo
del protector solar, que es necesario, sino de llevar el aporte en nutrientes y
vitaminas adecuado (jugos, de cítricos y vegetales, frutas, frutos secos,
barras de cereales con frutas,) pero sobretodo, agua.
Los
efectos más temidos son las quemaduras solares, por exposición prolongada, mal
controlada, y sin prevención adecuada. Esto ocurre cada día, en todas las
playas del mundo.
En el trópico estos efectos son más graves, ya sabemos que a
este nivel la incidencia de los rayos del sol son más perpendiculares, y con el
efecto del calentamiento global, la capa de ozono está más endeble, penetran más
perpendiculares los rayos UVA y sin resistencia actúan más profundamente sobre
las capas de la piel, quemando la superficie, y dejando graves secuelas por
deterioro de la epidermis y la dermis, haciendo más vulnerable al hombre para
la aparición de lesiones oncológicas en sitios muy vulnerables, por todo lo
cual se viene haciendo una labor de conciencia mundial ante los efectos de la
luz solar sin control de exposición.
Las consecuencias de esta exposición sin protección trae
aparejado cambios irreversibles, y deterioro por foto envejecimiento siendo más
evidente en pieles actínicas (pieles blancas, rubios y ojos azules, muy poca
melanina en piel, baja defensa ante la luz solar).
Son muy buenos los efectos a baja dosis, nos ayuda a fijar
las vitaminas desde sus precursores: Vitamina A (betacarotenos como precursor
que se desdobla y da lugar a la vitamina A, la D2, precisa del sol tenue para
ser fijada y actúa como precursor de la Vitamina D3 tan necesaria para nuestro
sistema óseo, ya que esta ayude a fijar el calcio, que en la edad senil, tras
la pérdida de hormonas gonadales se fuga de la matriz ósea, y se elimina por la
orina, por eso se orienta coger sol, y hacer ejercicios bajo el sol matinal.
El sol tiene efecto energizante, ayuda a recuperar la
tonicidad y el estado de alegría, se elevan los índices de melatonina sérica, y
estimula todo el sistema nervioso, ayudando a su metabolismo de forma más
activa en todos los sistemas del cuerpo humano.
La frase "sin sol...no hay vida", es tan real como
antigua, pero justo como todo, con medida, y precaución.
Que cada día seamos más conscientes del papel que juega
nuestra piel en la defensa del cuerpo en su totalidad, es el objetivo de la
labor sobre protección solar que está en marcha mundialmente, y hacer un
llamado para la detención precoz de anomalías por pesquisaje, es sin duda la
mejor opción. Para esto debemos hacer
visitas periódicas al especialista, y que sea este, quien paute la protección
que necesitamos, y la revisión médica adecuada.