La importancia de una dieta sana y equilibrada
Existe la idea generalizada de que comer con
abundantes proteínas, combinar varias o simplemente reforzar la cuantía de las
mismas, ya es suficiente para darnos por bien nutridos.
Es cierto que las proteínas son fuente de
energía y proveen al cuerpo de la masa muscular y el aporte energético
necesario para la vida, sin embargo, el completar una alimentación con vegetales
y frutas, la hace realmente equilibrada. Todos los vegetales son importantes,
cada uno de ellos nos aportan algún elemento, pero entre ellos, entre los
vegetales de color rojo son ricos en licopeno, sustancia esencial imposible
de ser sintetizada en nuestro organismo, perteneciente al grupo de los carotenoides, tan necesarios para la
vida por su alto poder antioxidante, encargados de neutralizar los radicales
libres que resultan del metabolismo humano y que se liberan con cada actividad.
Son estos radicales libres los encargados de
envejecer nuestras células, hacer perder vitalidad en su función y ralentizar
el proceso de síntesis en todas y cada una de nuestras células. A todos los
niveles, el licopeno con su acción antioxidante, combate estos efectos.
Alimentos ricos en este carotenoide son: el
pimiento rojo, la guayaba, la papaya, el pomelo, la uva roja, pero sin duda es
el tomate el vegetal que más le contiene.
El licopeno además de su alto poder antioxidante
tiene efecto protector sobre las arterias coronarias, y gran capacidad
para prevenir enfermedades degenerativas de la vista.
Incide también la forma de ingerirlo dado que, según
su elaboración, será tendrá una mayor o menor absorción. Una de
ellas es cuando lo asociamos con aceites insaturados ricos en omega
3 como el aceite de oliva virgen, dado al carácter liposoluble del licopeno.
No solo actúan retardando el envejecimiento
tisular, sino que actúan estimulando el sistema inmune, y con ello nuestra
capacidad de defensa ante cualquier proceso degenerativo o morbiliforme
infeccioso (antitumoral, antibacteriano).