Composición química del açai y sus beneficios
para nuestro organismo
La fruta del açaí contiene una enorme cantidad de beneficios
para la salud y el bienestar de las personas. Posee un alto efecto
antioxidante, e importante aporte de proteínas, minerales y vitaminas.
Es el fruto de un tipo de palmera que crece únicamente en la
selva amazónica brasileña, cerca de los ríos. Crece en forma de racimos que
llegan a pesar hasta seis kilos, cada árbol produce entre cuatro y ocho racimos
al año.
Para mantener su alto contenido nutricional, el fruto debe
procesarse dentro de las 24 horas de su cosecha. Por ésta razón es que fuera de
Brasil, el açaí sólo se puede consumir mediante polvo deshidratado o pulpa
congelada.
Acido Aspártico: También denominado ácido asparagínico, es un aminoácido no esencial que favorece la circulación sanguínea, ayuda a proteger el hígado, juega un papel importante en el funcionamiento normal del sistema nervioso y en la producción y secreción de hormonas.
Histidina: necesaria para la producción de glóbulos rojos y blancos, protege el organismo de daños por radiación, interviene en el desarrollo y manutención de los tejidos sanos, especialmente en las vainas de mielina que protegen las células nerviosas, como neuromodulador, ayuda a reducir la presión arterial.
Ácido glutámico: Es uno de los aminoácidos más abundantes del organismo y el neurotransmisor más común en el sistema nervioso central, mediado por la estimulación de receptores específicos denominados receptores de glutamato. Ayuda a la producción del ácido clorhídrico, controla los niveles de amoniaco en el cerebro. Interviene específicamente en la utilización de la glucosa por las células del cerebro.
Valina: Se encuentran entre los 9 aminoácidos esenciales, llamados así porque son los únicos que el cuerpo no puede fabricar por sí sólo. Promueve la formación del tejido muscular, acción reparadora en fracturas, hematomas y heridas, previene la degeneración del hígado y de la vesícula biliar.
Arginina: es un aminoácido básico involucrado en muchas actividades de las glándulas endocrinas. Interviene en la conservación del equilibrio del nitrógeno y del dióxido de carbono. También tiene una gran importancia en la producción de la hormona del crecimiento, directamente involucrada en el crecimiento de los tejidos y músculos y en el mantenimiento y reparación del sistema inmunológico y sistema nervioso. La arginina está involucrada en la síntesis de la creatina, poliamidas y en ARN.