El Aceite de Rosa Mosqueta y sus beneficios para la salud
La Rosa Mosqueta es un arbusto de tallos flexibles, espinas,
y flores de una sola temporada, cinco pétalos de color rosado y blanco,
desarrolla un fruto al caer la flor, compuesto esencialmente de semillas (70%
de su peso) y es aquí donde guarda su aceite esencial rico en ácidos grasos
polinsaturados, con magnificas propiedades regenerativas sobre la piel, por lo
que se considera el más efectivo en poder de regeneración celular.
Originario de Europa Central, zona de los Balcanes, también
lo encontramos en La India y África, pero
procedente de Europa, llega a Chile, donde comenzó a cultivarse hacia la zona de la
Patagonia.
Tras estudios bioquímicos en la Universidad Chilena se
corroboran sus propiedades como agente regenerador de las células de la piel,
siendo además excelente diurético, y magnifico como terapéutica homeopática en
la litiasis renal. Su aplicación por vía oral como aporte de vitamina C es
reconocido, por ello se le orienta a fumadores consuman el té de Rosa
Mosqueta. Otros de sus usos importantes
es estimular nuestro sistema inmune, contrarrestando los efectos del cansancio
y agotamiento por estrés.
Cirujanos Plásticos y Dermatólogos lo usan para tratar
cicatrices, manchas y quemaduras, aprovechando su capacidad regenerativa sobre
el fibroblasto, y la elastina, además de actuar favoreciendo la recuperación
del colágeno y la melanina (defensores del estrato epidérmico), tras haber perdido
su estructura basal, en las secuelas por quemadura y por acné.
Su acción potente antioxidante ayuda evitar el
fotoenvejecimiento frente a la acción de la luz
solar, por ello es ampliamente utilizado como regenerador de la piel de
la facie, en arrugas incipientes, manchas, cicatrices y estrías.
Tiene
acción nutritiva, hidratante, emoliente, repigmentante, ayudando a recuperar la
textura y la firmeza con la recuperación de la fibra elástica y el colágeno
donde actúa, además de tener acción directa sobre el fibroblasto, para
recuperar tersura y flexibilidad en tejidos cicatriciales.
Su acción antitumoral es bien conocida, porque actúa
recuperando la melanina que protege la piel de los efectos de las radiaciones
UVA, pero además como potente antioxidante neutraliza los radicales libres
producto del metabolismo, y mejora el flujo vascular con gran efecto
antiinflamatorio tópico sobre áreas
afectadas, ya bien sea por la luz solar o por lesiones cicatriciales.
Su aplicación en cremas para la facie y partes afectadas del
cuerpo, debe hacerse siempre adjunto al uso de fotoprotectores tópicos.
La utilización como aceite esencial para masajes corporales
en Balnearios y centros de belleza, es altamente cotizado, y una terapéutica
muy utilizada en medicina alternativa.