Función de la melatonina en nuestro organismo
Desde los primeros momentos de la vida, cuando la luz irrumpe sobre nuestro cuerpo y todos los sistemas se ponen a punto para el despegue hacia la vida, se ponen en marcha muchos mecanismos que a lo largo de nuestra vida nos explican muchas de las fases y comportamientos del hombre.
La melatonina es la hormona segregada por la glándula pineal en la base del cerebro, se forma a partir de la síntesis de un aminoácido esencial: El triptófano. Su función como neurohormona es muy importante dado que regula el reloj biológico que llevamos incorporado en todos nuestros órganos, haciendo que regule las necesidades de nuestro cuerpo para el descanso, mediante la inducción del sueño reparador, atendiendo a los ritmos circadianos del cuerpo humano.
Sus niveles más altos se detectan en los infantes entre los 3 y 12 meses, de ahí que las necesidades de dormir más horas en esta etapa, sea evidente, se mantiene elevada en la pubertad y adultez hasta los 30 años, decreciendo hacia la etapa senil.
No solo regula la inducción del sueño, su estigma fisiológico habla sobre el efecto en el sistema inmunoregulador, y sobre la capacidad para captar radicales libres retardando potencialmente, la oxidación del tejido cerebral, mejora el estado anímico, la concentración y reduce los efectos del desfase horario cuando viajamos atravesando varios meridianos porque nuestro ritmo circadiano necesita tiempo para adaptarse al nuevo horario y sufrimos diversas molestias (síndrome conocido por Jet Lag), o por turnos laborales nocturnos durante largo tiempo, que interfieren en nuestro ritmo normal de sueño
Está debidamente probado su efecto beneficioso sobre el sistema inmunológico inhibiendo la aparición de gripes y procesos respiratorios virales. Pero su mejor efecto es sobre el reloj biológico o ciclo crono, lo que la convierte en la hormona neurotransmisora de la relajación. Hay estudios que le atribuyen, efectos sobre la depresión generada por los trastornos del sueño. Todo ello favorecido por la vitamina B6 que ayuda a sintetizar dicha hormona, para que permanezca en rangos suficientes durante los distintos ciclos del cuerpo y aparezca el sueño de manera natural, y como proceso colateral en la reparación de nuestras células durante la noche, momento en el que nuestro cuerpo repara y elimina los desechos del metabolismo diurno.
Hay suplementos sintetizados y se habla de que las dosis bajas son suficientes, pero abogamos por su síntesis de una forma natural, con los nutrientes adecuados en los alimentos que lo contienen en su forma precursora como: la avena, la cereza, la levadura, el maíz, el arroz o plátanos, aunque se dice que la melatonina de origen vegetal es más eficaz en el cacao.
Muchos la usan para regular su función del sueño, tras haberlo perdido de manera esporádica, y se sabe que una vez suprimida la melatonina, se puede volver a sufrir de insomnio.
Por ello se comercializa sin restricción médica en muchos países, tiene efectos antienvejecimiento del sistema nervioso y de manera general, sobre la prevención de cáncer, dado el mismo efecto inhibidor sobre radicales libres como antioxidante.
Conocer que existe una forma sintética elaborada para suplir la función de una hormona natural como la melatonina en humanos, es importante, pero conocer cómo mantener niveles adecuados en nuestro cuerpo es más importante aún, porque la base del funcionamiento de todos los órganos está en su fisiología y el ciclo crono, o reloj biológico, para el cual la madre natura ha dotado al humano de forma sabia.
La era digital actual atenta contra la producción natural de melatonina en nuestro cuerpo, porque la longitud de onda en la pantalla de iPad, ordenadores, smartphone, luces LED de equipos electrónicos y otros, hacen que se retarde su ciclo de inducción al disminuir su secreción, y con ello el efecto indeseable del insomnio y sus consecuencias a lo que suman el sueño superficial y poco reparador, con la consecuente sensación de despertar más cansado e irritable.
Nada más agradable y beneficioso para la salud que dormir por efecto natural de nuestra hormona del sueño, momento que aprovechan nuestras células para reparar las energías perdidas y desintoxicar el organismo de todos los desechos del metabolismo con vistas al inicio de un nuevo día con más vitalidad y energía renovada.