Propiedades del agua marina
Sabemos que del mar surgió el origen de la vida, que gracias a él se mantiene el equilibrio hídrico del planeta, y que su fuente alimentaria es y será siempre el primer recurso que el hombre ha tenido para subsistir.
Pero no se le ha dado la connotación adecuada al uso de sus aguas para mantener el equilibrio adecuado en nuestro cuerpo, porque no se toma como práctica diaria, el uso racional de sus aguas para la ingesta, aun sabiendo todos los nutrientes que posee y sus magníficos beneficios para la salud del hombre.
Según estudio realizados por los japoneses el agua de mar posee 95 de los 118 elementos de la tabla periódica, lo cual hace que sea un suplemento muy completo en el aporte de estos elementos indispensables para las funciones vitales de nuestro cuerpo.
La fundación Aqua Maris advierte de la necesidad indispensable de diluir la concentración de sal del agua marina para ser asequible y permisible para nuestro organismo, llevándola a niveles de 9 mg/dl para que su consumo sea racional.
Esto lo podemos lograr utilizando un tercio de agua de mar limpia y sin posible contaminación ambiental, con 3/4 de agua dulce o potable, lo que es igual a diluir 250 ml. de agua de mar en 750 ml. de agua dulce.
Se debe ingerir en pequeñas porciones para lograr una buena absorción y asimilación de sus nutrientes.
Muchos náufragos han subsistido en medios hostiles gracias a este valor potencial en minerales y oligoelementos del agua de mar, sin contar las partículas de plancton y otros elementos nutritivos como las algas y el aporte de oxigeno que ellas nos hacen llegar a través de las aguas que le contienen.
La era contemporánea sabe de sus beneficios y se está consolidando su consumo como suplemento nutricional, avalado por estudios de laboratorios en diversos países, ya lo comercializan como bebida hipertónica para deportistas, por su eficaz efecto al lograr restablecer de manera rápida el equilibrio que el cuerpo necesita en situaciones de emergencia, como son los casos de hiponatremia hipotónica en los deportistas.
Las empresas que elaboran el agua de mar para estos fines tratan de asegurar que los niveles de sal no excedan la cantidad permisible para el cuerpo, pero además, se aseguran de recogerla en sitios que mantengan niveles de fitoplancton adecuado, que son los encargados de mantener la biodisponibilidad del agua para uso humano, libre de contaminación, lejos de las costas.
Incorporar el agua de mar a la elaboración gastronómica equivale a sumar a nuestros platos una cantidad muy grande de minerales que realizan infinidad de funciones en nuestro organismo (sin contar con los beneficios aportados por el plasma marino). En el caso de una ensalada cruda, utilizando el agua de mar con un rociador como salero, añadimos una excelente “sal líquida” reemplazando el tradicional salero de cloruro sódico.