Los oligoelementos más importantes para nuestro organismo
Los oligoelementos pertenecen al grupo de bioelementos presentes en pequeñas cantidades
en los seres vivos, siendo esenciales para las funciones del metabolismo, y
tanto en exceso como en estado carencial, pueden provocar estados patológicos
con afectación de órganos como hígado, bazo, cerebro, sistema inmunológico o de defensa.
Actúan mediando reacciones enzimáticas importantes para la
vida, y se obtienen a partir de la nutrición con una dieta rica en frutas,
vegetales, frutos secos, lácteos y cereales.
Algunos tienen funciones básicas dentro de la gama de
reacciones enzimáticas que acompañan, y otros son imprescindibles, siendo
elementos claves para el desarrollo corporal tanto de órganos como de sistema
inmunomodulador y hemático.
No deben ser aportados en cuantías que superen los 100 mg
diarios y la mejor manera la constituye sin duda con la
dieta, balanceada, entre ellos mencionamos
los más importantes.
Zinc: interviene moderando más de 200 reacciones enzimáticas
de nuestro cuerpo relacionadas con la piel y cabello, en la cicatrización y
regeneración tisular, favorece la concentración y la memoria, actúa sobre el sistema inmunológico reforzando su
capacidad de respuesta y de manera general estimula la respuesta inmune. Se
asocia con elementos del complejo B para combatir el estrés y mejorar la
función cognitiva.
Cobalto: su acción conjunta con la B12 interviene en la
formación de la hemoglobina, indispensable para la vida, cuya función de oxigenación es vital para
todas las células, forma parte del núcleo central de la propia vitamina,
también denominada cianocobalamina. Esta acción conjunta también favorecer la
absorción de hierro a nivel intestinal, y regular la glándula tiroidea, favoreciendo
la absorción de iodo. Equilibra el sistema simpático y parasimpático e interviene en la absorción y regulación de
la glucosa en sangre, adecuando sus niveles.
Cobre: ayuda a fijar el hierro en la molécula de
hemoglobina, sin este oligoelemento no se puede crear el hematíe, aunque haya
niveles adecuados de hierro. Interviene dando pigmento y lustro a faneras y
piel. Ayuda en la absorción de la vitamina C, y favorece la respuesta inmune
activa en nuestro sistema inmunológico.
Flúor: fortalece el esmalte dental, evita la sepsis de
cavidad oral, es responsable de la inestabilidad ósea por osteoporosis, si está
deficitario.
Hierro: principal componente del pigmento hemático, presente
en el hematíe, estas células se renuevan cada 120 días, por lo que el hierro es
indispensable para su renovación,
oxigenación tisular, el aprendizaje, la defensa del organismo y la
respuesta inmune, dependen de la formación de la hemoglobina y del hierro
presente en nuestro cuerpo.
Manganeso: indispensable para las reacciones enzimáticas
para formar el hueso, uniendo al magnesio, calcio y fosforo en la formación del
mismo donde actúa como pigmento. A nivel del sistema nervioso mejora la
memoria, la concentración y disminuye el estrés.
Yodo: Elemento que proporciona la síntesis biológica para obtener energía,
evitando la obesidad, a partir del metabolismo de las grasas ingeridas, es
considerado tónico circulatorio e interviene en la síntesis de las hormonas
tiroideas.
Selenio: ayuda a eliminar los radicales libres, que resultan
de los desechos del metabolismo humano cotidiano, estimula el sistema inmune,
un déficit suele asociarse en estados oncológicos, por reducción de sus
niveles. Es cardioprotector unido al complejo B y la vitamina C.
Sílice:
participa en el mantenimiento de la estructura ósea, cartílago y piel. Indicado
como suplemento en forma de sílice orgánico para cuadros de mialgia,
osteoporosis y en trastornos de envejecimiento cutáneo, celulitis e hidratación.
Litio: regula el sistema nervioso central en las funciones
de neurotransmisión y energía, regula estados anímicos de ansiedad, depresión y
maniaco (estado de bipolaridad).
Germanio: favorece la actividad de los linfocitos, actividad
anticancerígena y de respuesta inmune, mejora la oxigenación tisular.
Molibdeno: ayuda a detoxificar el organismo a nivel
hepático, y cerebral, favorece la absorción del hierro, ayuda aprevenir la sepsis
oral, inhibiendo las caries.
Cromo: Indispensable para el metabolismo de la glucosa y de
los lípidos, actúa junto al complejo vitamínico B, especifico junto a la B3
para degradar la misma y llevarla a los tejidos, regulando la función
pancreática.
Níquel: actúa mediando las reacciones enzimáticas de
distintos sistemas como biocatalizadores, estabiliza el RNA y el DNA.
Estos
oligoelementos son de manera general los más importantes, sin descartar el
resto, de cualquier manera todos forman parte de un gran sistema que mantienen
interactuando las distintas formas de vida de la naturaleza y el hombre,
haciendo que el ecosistema del planeta
evolucione, y su elemento más importante, el hombre junto con él. Deben ser
cuantificados en estudios humorales para ser administrados por el facultativo.
Actualmente
hay estudios que avalan la importancia de mantener indemne el sistema
inmunológico por la importancia que reviste, dado que la primera línea de
defensa del ser humano radica en él,
ello a su vez depende de que exista una base bien sólida en nuestro
organismo, que solo lo logramos con un aporte adecuado de nutrientes, entre estos, los oligoelementos, responsables
de catalizar la mayoría de la reacciones enzimáticas en nuestro metabolismo
cotidiano.