Esponjas de mar






Esponjas de mar para uso  facial y corporal


No hay nada más agradable al tacto, que el suave y maravilloso roce con una esponja de seda, esponja natural originaria del mar mediterráneo y norte de áfrica, donde estas esponjas tienen su hábitat marino.

Hace más de cinco décadas que el comercio y manufacturación más importante en el mundo, se consigue en las Isla Griegas, desde allí hacia todas partes este tipo de esponja, especial para uso en cosmética, y para la piel del bebé.



Se denominan de seda, por su fina y delicada textura, en extremo diferente de una esponja artificial, que la hace más propensa a almacenar toxinas y bacterias, la esponja de seda marina, es simplemente un artilugio que madre natura nos ha dado para poder realizar una limpieza eficiente del rostro y piel en general, sin afectar la capa superficial de la piel, logrando sin embargo un buen arrastre de impurezas, de manera suave pero precisa.


Su tamaño pequeño, las hace diferentes de las esponjas marinas del Caribe, también su color, pero sobretodo, su textura.


Para preservarlas después del uso continuado, basta con sumergirlas en una solución con agua y sal, o agua y vinagre, dejándolas secar después en reposo por unas horas, se mantendrá fresca, limpia y carente de elementos nocivos para la piel, manteniéndola suave y fresca.




Su poder absorbente le hace ser la más adecuada para tales fines cosmético, ayudando a diseminar en el tegumento mascarillas, cremas, o simplemente para el cuidado y la limpieza diario, tan útil y necesario como otros artículos, nuestra piel necesita de un cuidado especial, no solo por ser la cara, nuestra imagen de presentación, sino porque a lo largo de los años, sin el cuidado adecuado, se pierde fibras elástica y colágeno, que tan necesario es para mantener un rostro firme y luminoso.